La tortuga de Florida (Trachemys scripta elegans) es una mascota muy común. A raíz de su liberación en el medio silvestre, se ha convertido en una amenaza para otras especies autóctonas.
La tortuga de Florida tiene una potente mordida y se alimenta de peces, pollitos de aves acuáticas, carroña e invertebrados acuáticos. Además de la amenaza que suponen para las especies autóctonas, diversos estudios han confirmado que las tortugas son transmisoras de la bacteria de la salmonella.
De ahí que la Unión Europea ha prohibido la importación de estos animales. La suelta de especies exóticas en el medio natural está considerada un delito en la Ley 8/2003 de la Flora y la Fauna Silvestres.
De ahí que la Unión Europea ha prohibido la importación de estos animales. La suelta de especies exóticas en el medio natural está considerada un delito en la Ley 8/2003 de la Flora y la Fauna Silvestres.